En «La enfermedad y sus metáforas» (1977), uno de sus libros más aclamados, la pensadora estadounisense Susan Sontag (Nueva York 1933-2004) analiza en profundidad los posibles motivos por los que algunas patologías se asocian a una cantidad notable de falsos significados, mitos populares, explicaciones psicológicas y hasta fantasías descabelladas tendientes a justificar su existencia o dar cuenta de sus causas. A la ensayista le interesaba especialmente enfatizar el hecho de que esos significados son casi siempre arbitrarios,
«intratables y caprichosos».
Contra esa condena implícita, Sontag se revelaba violentamente y con un doble propósito: por un lado, liberar a los enfermos tanto de la injusticia de creerse culpables de sus enfermedades como de las diversas manifestaciones de desprecio con que son muchas veces marginados. Por otro, incentivarlos a buscar la cura bajo la certeza de que la posibilidad de una nueva perspectiva los dotaría
de una mayor objetividad respecto de su posibilidad de mejoría, y renovaría sus esperanzas, devolviéndolos a la acción.
Creyó entender que el estigma con que la sociedad cargaba a los enfermos con una y otra enfermedad representaba de algún modo lo que significaba «el mal» para una comunidad determinada, aquello que el colectivo temía y por ende rechazaba de plano.
Una década más tarde, sumó a ese libro un anexo en el que profundizó el tema hacia el sida: como enfermedad de transmisión sexual que es, el sida también evoca significados asociados «a la plaga como castigo».
Aclaración: la conferencia propone la explicación y/o el repaso de sus ideas claves en relación a estos libros
(no desde una perspectiva psicoanalítica).